El Grupo de Especialidad en Medicina del Comportamiento Animal de AVEPA (GEMCA) han publicado un artículo elaborado por el veterinario Enric Prats Pons que se centra en la importancia de las llamadas ‘clases para cachorros’. Estas clases, que actúan de prevención y educación temprana para la socialización adecuada, ayudan a evitar futuros problemas de comportamiento y mejoran la adaptación del perro a su entorno. Enfrentar y prevenir problemas de comportamiento desde temprana edad no solo mejora la calidad de vida de los perros, sino que también facilita la convivencia con sus responsables.
Las clases de socialización para cachorros son sesiones estructuradas diseñadas para exponer a los animales a diversas experiencias, personas, otros animales y entornos. Estas clases, generalmente dirigidas por educadores profesionales o veterinarios especializados en comportamiento animal, proporcionan un ambiente controlado donde los cachorros pueden aprender a interactuar de manera positiva y segura con una “variedad enorme de estímulos como: sonidos, objetos, diferentes superficies para caminar, una amplia variedad de personas (niños, adultos de ambos sexos, ancianos) y otros cachorros”.
Beneficios de la socialización temprana
La etapa de los cachorros que va desde las tres semanas hasta los cuatro meses es un periodo sensible y crítico en el desarrollo conductual, donde el ambiente ejerce un efecto intenso y duradero sobre el comportamiento posterior del animal. Es durante este tiempo cuando el cachorro madura sensorialmente y adquiere capacidad motora, permitiéndole interaccionar y explorar su entorno, lo cual tendrá un enorme impacto en su conducta.
Por eso, durante esta etapa es imprescindible realizar una socialización adecuada para reducir la probabilidad de que los perros desarrollen miedos, ansiedades o comportamientos agresivos. Según GEMCA, los problemas de comportamiento son una de las principales razones de abandono de mascotas, y su prevención debe ser una prioridad desde temprana edad.
Las clases de socialización para cachorros, además de facilitar su integración en la vida cotidiana, ayuda a fortalecer el vínculo entre el cachorro y su guía, y permiten a ambos adquirir diversos conocimientos y habilidades. Tal como recoge el artículo de GEMCA, en estas clases se trabajan temas como la comunicación canina, la capacidad de relajación de los cachorros, la habituación al manejo y manipulación por parte de las personas, la socialización y habituación a estímulos, el manejo de situaciones de ‘mal comportamiento’, la importancia del juego, la gestión de la frustración y los periodos de aislamiento, las pautas de higiene, y el aprendizaje de señales básicas. Todo ello basado en el refuerzo positivo, lo que a largo plazo se refleja en una menor aparición de problemas de miedo y agresividad, junto con una mayor capacidad de adiestramiento de los cachorros.
Por todo lo expuesto, del artículo de GEMCA y la amplia bibliografía que lo acompaña, se extrae la conclusión de que las clases de socialización para cachorros no son un lujo, sino una necesidad para cualquier titular de un perro que quiera ser responsable. Estas clases ofrecen la oportunidad de formar perros equilibrados, seguros y bien adaptados, mejorando así su calidad de vida y la de toda la sociedad.
Comentarios